La Pasión de Cristo, según Mel Gibson
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Icon Distribution Inc.
James Caviezel: del Conde de Monte Cristo... a la
condena de Cristo en el Monte |
Paco Cuevas,
Univision Online
En verdad os digo que Jesús de Nazareth resucitó de
nuevo, como súper estrella, en la más reciente película de Mel Gibson. Por
un lado, sus promotores fueron las congregaciones católicas y evangélicas
de Estados Unidos, que compraron salas de cine enteras a priori, lo que
significa millones de entradas: en sus primeros cinco días, el filme recaudó
nada menos que $ 117,0 millones de dólares. Por otro, la polémica desatada
por su supuesto mensaje antisemita le dio un lugar estelar en los medios.
Y, por último, la reacción de quienes ya la vieron es inequívoca: nunca
hemos visto una representación de la muerte de Cristo tan vívida, tan
apegada a las escrituras... tan llena de sangre artificial y látex.
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La multiplicación de las entradas
Este año, Jesucristo vuelve a ser súper estrella. Pero
olvídense del musical de Andrew Lloyd-Webber, en el que el Mesías cantaba
el rock del martirio y la redención. Mejor, piensen en un cuadro medieval, en
el que una figura sangrienta recordaba el sacrificio de Jesús.
Gracias a un maquillaje propio de cintas de terror y a la intención de Mel
Gibson por apegarse a las sagradas escrituras, la cinta es tan explícita
al mostrar el calvario de Jesús que obtuvo la clasificación de R de la
Motion Picture Association of America (MPAA), categoría que restringe su
exhibición para mayores de edad.
Para muestra, un botón: Mel Gibson dice que a su Cristo le tocaron más
de 40 azotes porque los análisis que se han realizado sobre el Santo
Sudario revelan que el cuerpo que éste alguna vez cubrió prácticamente ya
no tenía piel. ¿Ven por qué fue necesario el látex, ese material con que
los maquillistas recrean la carne viva?
Aún así, Lindy Warren, de la revista Outreach, señala que Jack Valenti, el
presidente de la MPAA, lloró de la emoción al ver la película. Y son estas muestras
de emoción de quienes han visto la cinta lo que explica por qué, a pesar
de mostrar el lado más violento de la Pasión, mucha gente espera que
The Passion of the Christ suba los ratings del hijo de Dios.
La apuesta fue grande, pero logró más de lo esperado: luego de que Gibson
sacara de su bolsillo los 25 millones de dólares que costó la producción,
Outreach –organización que trabaja con más de 20 mil iglesias en Estados
Unidos para promover la palabra de Dios–, lo ayudó a asegurar la
multiplicación de las entradas. Y, aunque se trata de una cinta poco
comercial (está hablada en latín y arameo con subtítulos en inglés),
millones de entradas se vendieron a priori con ese apoyo. En su primer fin
de semana de estreno, recaudó $ 76,2 millones de dólares, $ 117,0 millones
si consideramos los cinco días completos desde el miércoles. Las fuentes
de la industria que predijeron que se recaudarían 30 millones de dólares
en la semana de estreno se quedaron cortas de lejos. Sólo en su primer día, se
recaudaron $ 23,6 millones.
Sin estar necesariamente apoyadas por la Iglesia Católica como Institución,
algunas parroquias aprobaron iniciativas de sus feligreses de comprar
funciones enteras. En estados con población católica grande, como la
Florida, se habla de 560 entradas en una parroquia, más de 900 en otra y
así sucesivamente. En una carta pastoral, el Arzobispo de Atlanta, Mons.
John F. Donoghue, afirmó que la película de Mel Gibson es un "regalo de
Dios" que hará más significativo el tiempo de Cuaresma y Pascua, y
recomendó a todos que la vieran.
En cuanto al llamado "cinturón bíblico" de los Estados Unidos, mayormente
integrado por evangelistas y protestantes (Oklahoma, Tennessee, Indiana,
Texas, Alabama, Arkansas y Georgia), The Passion of the Christ
también ha llamado mucho la atención. La impresión fue tan fuerte para una
mujer de 57 años en Wichita, Kansas, que murió en el hospital tras
desmayarse al ver la escena de la crucifixión.
Stuart Halperin, de Movietickets.com, confirmó la demanda de entradas
antes del estreno, al decir que al filme "le ha ido extraordinariamente
bien en las ventas por la Internet, mientras que los teatros han tenido un
éxito sin precedentes en ventas a grupos", refiriéndose a grupos
relacionados con la fe cristiana. La cinta no ha batido un récord, "pero
considerando que es una película con subtítulos y sin el apoyo de una
mercadotecnia como Spiderman, es impresionante", agregó.
Toda la polémica que ha generado La Pasión sin duda contribuyó a
la recuperación con creces de la inversión de Mel Gibson. El estreno el
miércoles de ceniza fue en unas 4.643 salas, en lugar de las 2.500
previstas cuando la película aún no se había convertido en uno de los
temas de discusión favoritos en Estados Unidos. Para estar fuera de las
temporadas altas del cine, es bastante, la película religiosa más
taquillera desde Ben Hur y Los Diez Mandamientos. Lo
suficiente como para opacar la expectativa por el Oscar. Tanto, que el
maestro de ceremonias, Billy Crystal, hizo un par de chistes al respecto.
¿Quién mató a Jesús?
Cuando se escribe sobre cine, ésta es la pregunta
que uno jamás debe responder para no arruinar la diversión a quienes
no han visto la cinta. Sin embargo, aquí le daremos respuesta
aprovechando que se conoce de sobra esta historia y de que ésa es
precisamente la cuestión que ha desencadenado la polémica en torno a
The Passion of the Christ.
Pero comencemos por el principio: en agosto del 2003, cuando
apenas se escuchaban rumores sobre la cinta de Gibson, la
Anti-Defamation League (ADL), una organización no gubernamental cuya
misión es evitar todo tipo de discriminación pero especialmente la
que se produce contra la comunidad judía, emitió un comunicado
señalando que la cinta presentaba una imagen nociva del pueblo judío.
Para ese entonces, nadie había visto la película terminada tal y
como llegará a los cines este miércoles de ceniza, el 25 de febrero.
Sin embargo, ¿a qué se debía la preocupación de la ADL? Gibson es un
católico romano ultraconservador que ha renegado del Concilio
Vaticano II, justamente el documento en el que hace poco más de 40
años la Iglesia Católica, con el Papa Juan XXIII a la cabeza,
deslindaba al pueblo judío de toda culpa en la muerte de Cristo.
Según Abraham H. Foxman, el director de la ADL, en una entrevista
con Larry King en diciembre de 1990, Gibson dijo que creía que la
Iglesia Católica estaba equivocada desde el Concilio Vaticano II. De
esta manera, la preocupación de la ADL es la posibilidad de que el
actor, director, guionista y productor no sea políticamente correcto
y tire abajo los esfuerzos de 40 años por conciliar al Cristianismo
con el Judaísmo.
La revista de Outreach presenta otro punto de vista: el de David
Horowitz, quien además de ser presidente del Center for the Study of
Popular Culture es un judío conservador que ya vio la película. Y él
dice: “No es una cinta antisemita. Ni Jesús ni sus discípulos
reniegan de su naturaleza judía. Además, es fiel a las escrituras y,
por tanto, muestra cómo fueron los fariseos los que exigen que lo
maten”. De cualquier manera, este comentario no puede tomarse al pie
de la letra por dos motivos.
Por un lado, los que exigieron a Poncio Pilatos que acabara con
Jesús por autodenominarse “el rey de los Judíos” no fueron los
fariseos, sino los saduceos, es decir, la elite judía en el siglo I
de nuestra era. Por otro lado, Foxman puede desactivar cualquier
comentario como el de Horowitz: como señaló en un discurso en una
reunión del comité ejecutivo nacional de la ADL, todavía no se ha
visto la versión definitiva, pues Gibson la ha presentado en varios
círculos para recibir retroalimentación y, supuestamente, no siempre
proyecta la misma versión de su cinta.
Y entonces, ¿quién jaló el gatillo?
“No es el pueblo judío el que está implicado en la muerte de Jesús,
sino los saduceos, es decir, aquellos sectores de la sociedad judía
que se sintieron afectados en sus intereses por el mensaje de Jesús
y por la postura que toma frente al templo judío”, dice Gonzalo
Balderas, profesor de Interpretación Histórico-Crítica de Jesús de
Nazareth en la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México y
autor de “Jesús de Nazareth: una recuperación de su historia desde
los Evangelios Sinópticos”.
¿Y Poncio Pilatos? Muchos de los que han visto The Passion of
the Christ dicen que la imagen de este personaje en la cinta es
lo que ha provocado la controversia, pues al parecer Gibson lo
muestra como una persona fácilmente influenciable por los miembros
del Sanedrín que inculparon a Cristo. Sin embargo, “Pilatos no era
una persona asustadiza”, dice Balderas. “Era una persona que
representaba un poder imperial y tenía que actuar en función de ese
poder. Entonces, si los miembros del Sanedrín le llevan a un judío
que es una amenaza para el Imperio Romano, él tenía que ser prudente
políticamente. Por eso, Pilatos tuvo que actuar de acuerdo con eso”.
Así, una vez establecida la culpa desde el punto de vista histórico,
¿qué dice de todo esto Mel Gibson? En entrevista con Diane Sawyer
para la televisión estadounidense señaló: "El antisemitismo no es
cristiano y un pecado así iría contra los pilares de mi fe. (...) La
película no condena a una raza por la muerte de Cristo".
¿Y quién lo resucitó?
Ya establecimos que Mel Gibson es el
cerebro detrás de esta obra. Sin embargo, no lo fue sólo como
director, sino también como guionista y productor. ¿Y quiénes
fueron algunos de sus 12 discípulos?
James Caviezel: actor estadounidense que pasó de Conde de
Monte Cristo (su película anterior) a ser un Cristo condenado
en el Monte. Aunque Caviezel tiene ojos azules, con
computadora se le cambiaron el tono a café oscuro,
supuestamente como los tenía Cristo.
Mónica Bellucci: actriz italiana que, luego de aparecer en
cintas como Malena, Brotherhood of the Wolf,
The Matrix: Reloaded y The Matrix Revolutions,
interpretó una de las cintas más violentas de todos los
tiempos: Irreversible. Y, para continuar con la
violencia visual, aparece en The Passion Of the Christ
en el papel de María Magdalena.
Maia Morgernstern: actriz rumana prácticamente desconocida en
Hollywood que interpreta a María. Fue escogida por Gibson por
ser judía, para tener a la madre de Cristo lo más semita
posible. El cineasta le preguntaba constantemente sobre las
costumbres judías, para mantenerse fiel a las tradiciones. Y
de alguna manera, Morgernstern dio fe de que la película no es
antisemita.
Caleb Deschannel: cinefotógrafo responsable de la fotografía
de The Passion of the Christ. Había trabajado
anteriormente con Gibson en The Patriot. Ha sido
nominado en cuatro ocasiones a un Oscar.
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